Qué son las cápsulas del tiempo de la inversión

Invertir es una actividad que podemos comparar con depositar bajo tierra cápsulas del tiempo a lo largo de los años. Esperamos a recoger y disfrutar sus frutos cuando casi lo hayamos olvidado, después de lustros.

En este artículo quiero compartir qué son las cápsulas del tiempo de la inversión así como los diferentes tipos y fenómenos que podemos encontrar a largo plazo.




Introducción

Antes de empezar veamos qué son las cápsulas del tiempo en el terreno de juego de la inversión.

De una manera muy general, podemos considerar que las cápsulas del tiempo en la inversión son todos aquellos activos (principalmente participaciones o acciones) que dejamos invertidos a largo plazo.

Solamente después de años invirtiendo podremos comprobar el inmenso poder que tiene el interés compuesto y su inseparable amigo, el tiempo.

En una cápsula del tiempo de inversión ya apenas se apreciarán las subidas y bajadas bruscas del mercado, lo que provocó unos u otros.

Así, es mucho más importante el tiempo que permancemos invirtiendo que intentar predecir lo que ocurrirá en los mercados, el célebre «time in the market» vs «market timing».

Con independencia de estos vaivenes podríamos clasificar nuestras inversiones en franjas o intervalos de años en los que nuestras acciones o fondos alcanzan un determinado precio.

De esta manera podemos observar cómo las “cápsulas” más antiguas acumulan mayor rentabilidad que las más recientes.

Nos damos cuenta de que las más antiguas por esa razón serán más inmunes a recesiones o cracs bursátiles mientras que las nuevas serán más susceptibles especialmente si las hemos adquirido a precios demasiado elevados.




La reversión a la media

Nuestras cápsulas del tiempo de inversión reflejarán el valor medio del mercado a largo plazo, ni más ni menos.

En su influyente libro John C. Bogle ya nos adelantaba el fenómeno de la reversión a la media y cómo influye a largo plazo.



Un fenómeno que, salvando las distancias, es como la ley de la gravedad de otro inversor, Isaac Newton , en el ámbito de las cotizaciones bursátiles.

Si invertimos en fondos indexados que replican por ejemplo el índice S&P500 vamos a ver oscilaciones a veces muy fuertes a corto plazo.

Pero a largo plazo siempre habrá una línea intermedia entre las situaciones extremas de mercados alcistas y bajistas. Y es en esa línea donde nos debemos fijar.

Eso sí, como siempre, nunca vamos a saber con certeza cuándo la reversión tendrá lugar.




La importancia de la consistencia al invertir y evitar el market timing

Para que las cápsulas del tiempo resulten rentables, la consistencia al invertir es un factor clave.

La mejor manera de ser consistente es automatizando nuestra inversión a través de la estrategia del Dollar Cost Averaging (DCA) para evitar sesgos emocionales.

Está demostrado que mantener la inversión en los momentos más alcistas de la bolsa supone un incremento de la rentabilidad a largo plazo.

De esta manera, nuestras cápsulas del tiempo van cogiendo cada vez fuerza en forma de más rentabilidad, mayor las primeras aportaciones y menor las recientes. Como si fueran los engranajes de una máquina.

Además, es posible conocer el tiempo que se tarda en duplicar o triplicar un capital gracias a las reglas del 72 y del 115 .

Cáspsulas de tiempo de inversión



Si retiramos nuestros ahorros demasiado pronto, entonces nos podemos perder momentos alcistas donde el interés compuesto va ejercer toda su fuerza.

Tener bien conservadas nuestras cápsulas del tiempo será todo lo contrario al market timing evitando hacer predicciones sobre una bola de cristal. Lo que va a ocurrir en los mercados nadie lo sabe.




Diferentes tipos de cápsulas del tiempo

Al invertir, podemos considerar diferentes cápsulas del tiempo según el tiempo que tengamos nuestro dinero “enterrado”.

1. La primera podría ser un plan de pensiones que solamente deberíamos retirar a largo plazo. Pongamos por ejemplo 30 años. Este plan de pensiones solamente lo deberíamos retirar dentro de muchos años, por ejemplo en el momento de la jubilación.

2. Otra cápsula complementaria a la anterior pueden ser fondos de inversión de renta variable, por ejemplo a través de la indexación. En este caso cuanto más tiempo los mantengamos enterrados mayor beneficio van a generar gracias al interés compuesto. Por esta razón deberíamos retirarlos solamente cuando hayamos alcanzado la cantidad suficiente para alcanzar la independencia económica.

3. Otra cápsula pueden ser una combinación de fondos con una rentabilidad más modesta o incluso dinero en efectivo. En este caso no sería necesario mantenerlo más allá de 5 años. Al no ser activos de renta variable su volatilidad sería menor y en caso de necesidad podremos desenterrar estas cápsulas.

4. Por último podemos mantener una reserva de cápsulas o una cápsula de efectivo o un depósito. Sería algo similar a un fondo de emergencia. No se trata de invertirlo sino de tenerlo para impervistos inmediatos o urgencias.

5. La ultima cásula sería como algo desenterrado: simplemente el dinero que necesitamos disponible para los gastos habituales o diarios (transporte, vivienda, comida, etc).


La línea divisoria entre cada una de estas cápsulas no está definida y puede cambiar según las circunstancias de cada uno. No obstante deberíamos evitar abrir las cápsulas donde invertimos para nuestra jubilación o libertad financiera.




Conclusión

La idea de las cápsulas del tiempo conlleva una manera de controlar las emociones manteniendo una perspectiva realista que nos aleja de temores infundados e incluso el pánico en los mercados.

Las cáspsulas nos permiten observar con mayor claridad lo que vamos logrando al invertir poco a poco y a largo plazo observando que después de muchos años el riesgo es menor y la rentabilidad mayor.

Y no menos importante que todo lo anterior, al invertir en activos que generan rentabilidades superiores estaremos haciendo frente a la inflación que nos va restando poder adquisitivo año tras año.

Sin embargo, tampoco deberíamos ser demasiado ingenuos y pensar que nuestras cápsulas del tiempo no sean inmunes a crisis o cisnes negros que tarde o temprano llegarán.

En este caso, conviene tener en cuenta una asignación de activos que sea adecuada a nuestra tolerancia al riesgo y nuestras emociones.

Con las cápsulas bien enterradas, todo inversor debería dormir tranquilo por las noches…?

Hasta pronto,

IN




Imagen destacada: Christel SAGNIEZ


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