El artículo de hoy consiste en un resumen del libro titulado Cómo piensan los ricos: 18 claves imperecederas sobre riqueza y felicidad (título en inglés: The Psychology of Money: Timeless lessons on wealth, greed, and happiness) de Morgan Housel y publicado por la editorial Planeta en septiembre de 2021.
*Recientemente el título de este libro ha cambiado a ‘La psicología del dinero. Cómo piensan los ricos’.
Índice de contenidos
Quién es Morgan Housel
Para empezar la reseña del libro vamos a ver quién es Morgan Housel.
Morgan Housel es un analista económico y columnista del Wall Street Journal y The Motley Fool así como socio de Collaborative Fund que ayuda a empresas de reciente creación.
Además ha ganado dos veces el premio Best in Business Award y finalista dos veces del Gerald Loeb Award.
Su especialidad son las finanzas conductuales (behavioral finance) así como la historia, temas sobre los que escribe usando el storytelling para conocer mejor cómo los inversores se relacionan con el riesgo y cómo podemos pensar sobre el riesgo de una manera más productiva.
Introducción a ‘La psicología del dinero. Cómo piensan los ricos‘
Este libro se encuentra en la segunda posición de los más vendidos en Amazon de EEUU en la categoría de inversión y trading bajo el título The Psychology of Money (La Psicología del dinero). Cuando uno se adentra en sus páginas empieza a entender por qué.
Cómo piensan los ricos comienza relatando las diferencias en cuanto a comportamiento entre un humilde conserje que terminó siendo millonario (y filántropo) y un ejecutivo formado en Harvard que despilfarró todo lo que ganó durante su carrera.
Podemos ver cómo conseguir riqueza no se tratata tanto de la inteligencia sino de cómo nos comportamos. Las habilidades conductuales o lo que el autor llama ‘psicología del dinero’ será la clave para el éxito financiero, independientemente de todo lo que sabemos sobre finanzas.
Y de eso se trata este libro.
Nadie está loco
Todos obramos de acuerdo a nuestra experiencias que son las que van a determinar nuestra manera de pensar. Aquellos que no han vivido caídas fuertes de la bolsa no lo verán de la misma manera que quienes sí lo han vivido. Podemos estudiar lo que ha ocurrido en la historia pero solamente experimentando las lecciones del pasado podemos entender lo que ocurrió de verdad.
La visión del dinero va a depender de experiencias en el pasado.
Aquellos que han vivido en mercados alcistas verán las acciones como una oportunidad al contrario que quienes hayan vivido recesiones donde su precio estaba por los suelos.
Lo mismo ocurre con otros factores como la inflación o el paro.
Esto va explicar que algunas decisiones financieras que para una persona son una locura para otros sean perfectamente lógicos.
Además, los errores con el dinero se agravan porque somos todavía novatos en el sistema financiero moderno que es relativamente moderno.
Por todo eso en realidad nadie está loco, sino que existen multitud de puntos de vista y motivaciones sobre el dinero en base a nuestras experiencias únicas.
Suerte y riesgo
La suerte y el riesgo son las dos caras de la misma moneda.
A menudo despreciamos o sobrevaloramos su efecto cuando nos juzgamos o juzgamos a otros.
A veces no vemos nada más que grandes fortunas o inversores con grandes rentabilidades que en realidad han arriesgado mucho. Y es que es muy díficil distinguir si unos resultados concretos se deben a la suerte o al riesgo.
Esto nos puede llevar a engaño a la hora de ensalzar o menospreciar a alguien ya que con frecuencia no vamos a saber si sus méritos o fracasos se deben a la suerte o al riesgo.
Fijarnos en personas concretas cuyos resultados suelen representar casos extremos puede ser contraproducente. Esos resultados extremos se pueden deber a la suerte o el riesgo y por tanto será muy difíl aplicarlo a nuestra vida.
Será en cambio mucho mejor estudiar patrones generales y comunes que podamos aplicar a nuestra vida.
No tener nunca suficiente
En este capítulo de Cómo piensan los ricos se describen los casos de multimillonarios con Rajat Gupta o Bernard Madoff que a pesar de todo su éxito y elevado patrimonio creían que lo que tenían no era suficiente.
Para atesorar cada vez más infringieron la ley y lo perdieron todo.
“No hay motivo alguno para arriesgar lo que se tiene y se necesita por algo que ni se tiene ni se necesita”.
Algunas cosas que conviene tener en cuenta según Housel son:
1. La habilidad financiera más difícil de conseguir es que la meta deje de moverse.
2. El problema es la comparación social.
3. “Suficiente” no significa demasiado poco.
4. Hay muchas cosas por las que no mere la pena arriesgarse, independientemente de las ganancias potenciales.
La confusión del interés compuesto
Warren Buffet debe la mayor parte de su fortuna a que empezó a invertir a los diez años. Su caso ilustra muy bien cómo el tiempo que llevemos invirtiendo es clave para que podamos apreciar el efecto del interés compuesto.
Lo más curioso es que este potencial acumulativo del capital no es intuitivo y nos cuesta reconocerlo.
Por eso buscamos rentabilidades altas que al final no son consistentes en el tiempo.
Sin embargo, es mejor encontrar rentabilidades que sean suficientemente buenas y que se puedan mantener y repetir durante tiempos prolongados de tiempo.
Hacerse rico frente a conservar la riqueza
A la hora de invertir bien es más importante no equivocarse que tomar buenas decisiones.
Y no es lo mismo llegar a ser rico que mantener la riqueza.
Para lo último es necesario una psicología del dinero de supervivencia durante los altibajos imprevisibles que encontramos a lo largo del tiempo.
Esto permite que actúe el interés compuesto que es la base del éxito de inversores como Benjamin Graham, Warren Buffet o Charlie Munger.
Dos características más de una mentalidad de supervivencia son los realizar planes realistas siendo optimistas a largo plazo y conscientes de los problemas que se presentarán por el camino.
Cruz, tú ganas
En las finanzas muchas veces la mayor parte de las ganancias provienen de sucesos raros.
Esto se puede aplicar a la empresas, a los índices bursátiles o al mercado del arte.
Pero estos eventos extremos también lo son las recesiones y las caídas bursátiles que es cuando se producen las mayores oportunidades de aumentar la rentabilidad futura.
Libertad
Como dice Morgan Housel lo más importante que puede proporcionar el dinero es la posibilidad de hacer lo que quieras, cuando quieras, con quien tú quieras, durante todo el tiempo que quieras.
Y poder controlar todo esto es lo que más feliz hace a la gente, más que el sueldo, el tamaño de la casa o el estatus. Sin embargo, en comparación con generaciones anteriores ese control de nuestro tiempo ha disminuido.
La paradoja del hombre y el coche
Comprar cosas caras como un coche de lujo o simplemente querer riqueza para impresionar a los demás o buscar admiración al final no sirve de nada.
Al final existen otras cualidades mucho más valiosas como son la humildad, la empatía y la amabilidad que otorgan más admiración y respeto en los demás.
La riqueza es lo que no se ve
En este capítulo Morgan Housel incide en la idea de que gastar dinero para impresionar o demostrar cuánto dinero se tiene es precisamente la forma más rápida de gastarlo.
También resalta que la gente verdaderamente rica normalmente lleva una vida discreta y por tanto pasa desapercibida lo que hace que sea un modelo muy difícil de imitar ya que no se ve.
Este estilo de vida coincide con el que describe el libro El Millonario de la Puerta de al Lado de Thomas J. Stanley y William D. Danko.
En el mundo hay mucha gente humilde que es rica mientras que hay muchos que parecen ricos pero en realidad están a un paso de la insolvencia.
Por ello no merece la pena juzgar el éxito de los demás solamente por las apariencias.
Ahorrar
Al hablar de dinero, ahorrar es el único factor que podemos controlar nosotros mismos.
No podemos controlar si habrá una subida salarial, no podemos controlar cómo irán nuestras inversiones pero siempre podemos intentar ahorrar.
Acumular riqueza depende más de nuestra tasa de ahorro que de nuestro salario.
Se trata de ser feliz con menos dinero y llevar un estilo de vida que no aumente si nuestros ingresos aumentan. Esto conlleva una lucha incesante entre lo que quiere nuestro ego y nuestros ingresos.
Al reducir los deseos de nuestro ego también vamos a conseguir ahorrar más.
Aunque no es necesario tener objetivos para ahorrar, sí conviene conocer su inmensas ventajas, por ejemplo obtener mayor control de nuestro tiempo. Esto nos otorga en nuestra vida más opcionalidad y más flexibilidad.
Todo esto es un efecto invisible de la riqueza.
Mejor razonable que racional
Para gestionar el dinero es importante mantener una actitud constante a largo plazo.
Y esto se consigue con mayor probabilidad siendo razonable que racional.
Somos humanos y no frías hojas de cálculo o fórmulas matemáticas.
Las emociones son más importantes a la hora de administrar nuestro dinero y hay multitud de ejemplos que demuestran la fragilidad de lo racional en este ámbito.
No olvidemos que hasta un genio matemático como Isaac Newton sucumbió a una burbuja bursátil.
¡Sorpresa!
Como decía el filósofo griego Heráclito de Éfeso, “el cambio es lo unico que permanece”.
Y eso es lo que ocurre a lo largo de la historia.
El problema es que los historiadores se hacen eco de eventos extremos y raros cuya probabilidad de suceder es bajísima.
Esto es un problema porque al hacer proyecciones del futuro nos basamos muchas veces en esos sucesos raros cuando lo que puede suceder es una verdadera sorpresa.
En la psicología del dinero es importante reconocer que el futuro podría no ser como el pasado.
Esto ocurre con claridad en el mundo financiero y de la inversión donde mucho de lo que valía y se aplicaba hace años ya no sirve porque las cosas han cambiado.
Cuanto más retrocedemos en la historia también nuestras conclusiones sobre el dinero deberían ser menos concretas por ejemplo en lo que respecta a empresas, tendencias o sectores.
En cambio encontraremos más estabilidad en la historia cuando nos fijamos en aspectos más generales como todo aquello que atañe al comportamiento o las emociones que siempre han acompañado al ser humano como la codicia, el miedo, etc.
El margen de error
La parte más importante del plan es aquella que planifique para cuando el plan no vaya según lo planificado.
O dicho de otra manera, a la hora de gestionar bien nuestro dinero debemos contar con un margen de error suficiente para cuando vengan mal dadas.
Mantener este margen de error (o margen de seguridad según Benjamin Graham) es la unica manera de navegar seguro por un mundo que se rige por las probabilidades.
Esto es algo que debemos tener en cuenta en relación a la volatilidad que podemos asumir emocionalmente.
También a la hora de planear la jubilación con proyecciones optimistas. Es mejor no pensar que los buenos resultados históricos del pasado se repetirán en el futuro.
Eso nos protejerá mejor ante la incertidumbre.
Finalmente si los resultados son mejores de lo esperado entonces nos alegraremos mucho más. Como señala Charlie Munger, “la mejor manera de alcanzar la felicidad es mantener bajas las expectativas”.
Vas a cambiar
A la hora de gestionar nuestro dinero debemos saber que nuestros objetivos financieros cambian a lo largo de nuestra vida.
Esto es importante ya que existe un sesgo psicológico por el que tendemos a subestimar lo que vamos a cambiar en el futuro. Y esto puede afectar a nuestras inversiones a largo plazo.
Según Morgan Housel una solución a este problema es evitar los extremos ya que facilitará la perseverancia y reducirá remordimientos futuros.
Nada es gratis
Nada es gratis e invertir tampoco.
Esto es importante en la psicología del dinero ya que el precio de invertir a largo plazo es una mezcla de diversos factores como la volatilidad, la incertidumbre, el miedo, los remordimientos y las dudas.
Al invertir es mucho mejor ver este precio como una tarifa (y no como una multa) a cambio de obtener rentabilidades mayores en el futuro.
Tú eres tú y yo soy yo
En este capítulo Morgan Housel hace hincapié en las diferencias de horizonte temporal, objetivos y estrategias que existen entre personas.
Al invertir no deberíamos dejarnos arrastrar por personas que estás jugando a un juego diferente al nuestro.
Pero lo primero para nosotros como inversores es identificar el juego al que estamos jugando.
Las diferentes estrategias de inversión están determinadas por objetivos y horizontes temporales muy distintos entre personas que afectan a la psicología del dinero.
La seducción del pesimismo
En la psicología del dinero, el pesimismo ocupa un lugar muy relevante ya que parece más inteligente, más probable. Las noticias negativas anunciando colapsos económicos, crisis descomunales y caídas bursátiles son las más atractivas. Todo ello a pesar de que el mercado bursátil no ha dejado de subir en el último siglo.
El triunfo del pesimismo se puede explicar por estos tres factores:
1- El dinero es algo que de una manera u otra atañe a todos por lo que cualquier noticia negativa tendrá siempre mucha influencia.
2- El pesimismo no tiene en cuenta la flexibilidad de los mercados para adaptarse a diferentes situaciones negativas.
3. El progreso es continuo pero avanza muy despacio por lo que es fácil pasarlo por alto. En cambio, los contratiempos son casi instantáneos por lo que es mucho más difícil ignorarlos.
Cuando vas a creerte cualquier cosa
El poder de los relatos en la psicología del dinero es inmenso.
En general tenemos que tener en cuenta dos cosas:
1. Nos vamos a creer mucho más aquello que deseamos que ocurra.
2. Creamos un relato completo para llenar las lagunas de aquello que no podemos explicar.
Todo ello para hacer frente a la incertidumbre y para que nuestro mundo tenga sentido.
Conclusión
El libro Cómo piensan los ricos va dirigido a cualquier persona que esté interesada en la inversión, la gestión y la psicología del dinero desde un punto de vista emocional.
Abarca diferentes aspectos desde el poder del interés compuesto hasta la independencia financiera utilizando para ello numerosas anécdotas y referencias tanto históricas como personales.
Aunque en ocasiones puede dar la sensación de que divaga sobre algunos temas, al final encontramos que se trata de puntos de unión que enriquecen los relatos.
Definitivamente es un libro que me ha gustado mucho y creo que puede aportar mucho a cualquier inversor.
¡Hasta pronto!
Inversor Novel
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