Hay deportes muy solitarios. Sin apenas público y donde encontrar incluso otros contrincantes es muy díficil. Es el caso de la carrera de resistencia extrema que se plasma en la película Arthur, the King dirigida Simon Cellan Jones y protagonizada Mark Wahlberg.
Esta prueba de 700 kilómetros abarca diferentes deportes como escalada, carrera, ciclismo, kayak, etc. y cuenta con diferentes etapas que se van completando a través de barrancos, lagos, y bosques donde el público brilla por su ausencia.
No hay nadie que anime a los deportistas en momentos críticos donde se juegan la vida por ganar unas horas.
En el caso de las finanzas personales nos puede ocurrir algo parecido.
Atravesamos páramos donde todo es aburrido y nos preguntamos para qué tanto sacrificio.
Al fin y al cabo el dinero está para disfrutarlo. No vemos ningún aliciente a invertir y seguir ahorrando.
La cosa puede empeorar si encima vemos cómo el mercado se tambalea y perdemos dinero.
Todas esas sensaciones son normales y créeme que todos hemos pasado por eso.
Este viaje está lleno de sacrificios y a veces necesitamos un público imaginario que nos anime a seguir. Por eso recomiendo escuchar podcasts, ver vídeos de Youtube o leer libros y artículos de blog sobre el tema.
Sin un extra de motivación la carrera de resistencia que nos lleve a la cima puede ser muy dura.
Nos hablan de lo que sería mejor hacer para mejorar nuestras finanzas personales y conseguir más libertad financiera, pero ¿cómo podemos saber si lo estamos haciendo bien?
Para eso está este artículo, para animarnos y descubrir cuáles son las señales que nos indican que vamos por el camino correcto.
Sin más dilación, vamos allá.
Índice de contenidos
Ahorras todos los meses más de un 20%
Lo primero es lo primero.
Si estás ahorrando al menos un 20% de tu salario estás muy por encima de la mayoría de la gente.
Si todavía no has llegado, puedes aumentar esa tasa de ahorro progresivamente, por ejemplo un 1% cada mes. Por cada 100€ que ingresas, estás ahorrando 20€ y eso puede significar una buena cantidad según pasan los años.
Algunos gurús, influencers financieros o bancos recomiendan ahorrar un 10% de nuestros ingresos.
Aunque el porcentaje depende de muchos factores (y no será lo mismo para quien gana mucho que para quien gana poco), si nos tomamos en serio la libertad financiera, esa cantidad no es suficiente. Aunque tengamos una rentabilidad del 7-8% y aplicando la regla del 4% nos quedarían por trabajar al menos 50 años.
Pero si incrementamos la tasa de ahorro se acelera el paso. Por ejemplo, al 20% podríamos hacerlo en 37 años y con una del 40% en 22 años como vemos en la siguiente tabla:

Si no podemos ahorrar más deberíamos atacar el problema pensando en formas de ingresar más.
Tienes un fondo de emergencia
Si con ese ahorro has construido un fondo de emergencia que cubre de tres a doce meses tus gastos mensuales no discrecionales (vivienda, comida, facturas, etc.) entonces es otra señal de que estás por el camino correcto.
Un fondo de emergencia no es solamente para hacer frente a situaciones de emergencia financiera que no se pueden prever; también nos sirve para no tener que retirar nuestra inversión en momentos donde el mercado se desploma.
Por ejemplo si llega una emergencia como una avería del coche, el dentista o comprar una lavadora nueva y necesitamos retirar dinero de nuestra inversión cuando el mercado está cayendo un 20%.
Sin un fondo de emergencia perderemos el dinero que ocasiona esa caída y además pagaremos impuestos si hemos generado alguna ganancia anterior.
Por ello tener un fondo de emergencia es clave si estamos invirtiendo.
Eres un inversor automático
Si destinas una parte del ahorro a una inversión automática, entonces estás aplicando la estrategia del Dollar Cost Averaging como describo en El Inversor Automático.
Con esta estrategia unas veces compramos más caro, cuando el mercado está en alza y otras más barato cuando el mercado está cayendo.
Con el tiempo la rentabilidad se irá promediando aunque a corto plazo las subidas y bajadas puedan ser muy pronunciadas.
Cada vez la bola de nieve de los intereses se hará más grande gracias al interés compuesto.
No tienes deudas (más allá de la hipoteca)
Las deudas son una losa para nuestra independencia financiera.
Es normal tener algo deuda normalmente en forma de hipoteca pero debemos huir de aquella con intereses excesivos asociada al consumo.
También intentar que nuestra ratio de deuda/ingresos sea lo más baja posible.
Una ratio menor del 35% se puede considerar razonable pero si es superior al 50% entramos en un territorio peligroso.
No tienes demasiados gastos hormiga
Algo que caracteriza a quienes consiguen la libertad financiera es que llevan una vida por debajo de sus posibilidades y esto incluye reducir los gastos hormiga.
¿Cuáles son estos gastos? Pues la mayoría que hacemos a diario y que son difíciles de eliminar porque forman parte de nuestros hábitos diarios.
Algunos están muy relacionados con hábitos que dañan nuestra salud como el tabaco, el alcohol, golosinas, el juego, etc. pero también existen otros como abusar del coche.
No te privas
Hablamos mucho de ahorrar, invertir y optimizar nuestras finanzas pero para conseguir nuestros objetivos necesitamos que nuestro sistema de ahorro sea sostenible en el tiempo.
Eso es imposible si nos privamos de cosas que nos gustan y nos hacen la vida más agradable.
Si nos privamos de una vacaciones para viajar en familia. Si dejamos de salir con los amigos de toda la vida. Si por ahorrar no vamos al cine a ver ese estreno que tanto nos ilusiona. Entonces es muy posible que no estemos exprimiendo nuestros recursos como deberíamos.
El rumbo a la libertad financiera pasa por disfrutar del viaje.
Consolidas fuentes de ingresos
Ya lo sé, no es fácil, cuesta mucho y no siempre se consigue lo que pensamos.
Para empezar creo que lo más importante es potenciar el trabajo primario, ese al que dedicamos nuestros madrugones y que en definitiva nos da de comer.
Perfeccionar lo que hacemos e intentar aprender algo nuevo cada día aunque no sea la ocupación de nuestra vida, buscar en nuestra actividad profesional aquello que más nos guste, nos conecte con nosotros y los demás.
Otra fuente de ingresos son las inversiones.
Ya sabes que mi preferencia son los fondos indexados, la herramienta esencial de la Inversión Automática, pero hay gente que se encuentra más cómoda invirtiendo de otra manera, por ejemplo a través de dividendos o con rentas inmobiliarias.
Por último, también podemos atrevernos con trabajos complementarios (side-hustle en inglés). Requiere tiempo y por ello no son tan pasivos como parecen pero son muy interesantes para aumentar nuestros ingresos.
Conclusión
Como en la película ‘Arthur, the King’, la libertad financiera es una prueba de resistencia a largo plazo donde no tendremos a nadie que nos de una palmadita y nos diga lo bien que vamos.
Sin una dosis extra de motivación, es más fácil tirar la toalla y caer en la trampa de la clase media.
Sin embargo, como hemos visto, hay señales que nos indican que transitamos por buen camino.
Construir y mantener un fondo de emergencia, conseguir una tasa de ahorro superior al 20 %, contar con una inversión automática o librarse de las deudas, son algunas de las acciones que nos llevan por la senda adecuada. También si hemos reducido nuestros gastos hormiga y tenemos más de una fuente de ingresos.
Pero la señal más importante será que sabemos cómo emplear nuestro dinero para aquello que nos hace felices de verdad sin caer en el consumismo.
Con todo esto en marcha tenemos más papeletas de conseguir más libertad financiera antes de lo que pensamos.
Un abrazo,
Inversor Novel
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