Aceptar que la realidad es compleja no es fácil, pero reconocer que las inversiones están llenas de discrepancias o asimetrías puede ayudarnos a redefinir nuestro éxito y conseguir mejores resultados.
Algunas asimetrías se encuentran con relativa facilidad a diario, a nuestro alrededor, pero vuelan por debajo de nuestro radar y no las detectamos.
Al invertir nos olvidamos de estos desequilibrios alegremente e incluso tenemos la osadía de pedir explicaciones ante unos malos resultados.
Y es que demasiado a menudo nos dejamos atrapar por modelos sofisticados que no se sustentan en un análisis pormenorizado y más reflexivo de nuestra situación.
En el artículo de hoy vamos a ver varias asimetrías que pueden afectar a nuestra inversión y veremos cómo el camino más simple es muchas veces el que mejor puede sortear los obstáculos que nos imponen estas discrepancias de la realidad.
Índice de contenidos
Qué son las asimetrías en el ámbito de la inversión
Antes de nada vamos a ver de qué estamos hablando.
Una asimetría de inversión se refiere a cualquier disparidad o diferencia que puede afectar a nuestra experiencia como inversores.
Algunas asimetrías que podemos encontrar son desde la Asimetría de la Información a la Asimetría de Riesgo-Retorno, pasando por la Asimetría del Tiempo, la Asimetría del Acceso, la Asimetría Emocional, la Asimetría de Liquidez o la Asimetría de la Diversificación.
Todas ellas juegan un papel determinante a la hora de invertir como vamos a ver a continuación.
Asimetría de la Información
La primera asimetría que vamos a ver es la de la información.
Si queremos llevar una inversión sin sobresaltos lo mejor es tener cierta dosis de humildad.
Por ello debemos saber que nunca contaremos con toda la información disponible acerca de una empresa, un fondo o cualquier otro tipo de inversión.
Eso fue lo que sucedió con Lehman Brothers, una empresa de servicios financieros fundada en 1850.
Ningún inversor minorista podía sospechar que un gigante global de ese calibre tuviera los pies de barro debido a las hipotecas subprime.
Solamente un puñado de ejecutivos y analistas dentro de la empresa conocían de antemano la situación que iba a desencadenar una de las peores crisis financieras de la historia.
La información privilegiada aunque no la conozcamos, existe.
Y estas diferencias entre “quién sabe” y “quién no sabe” es un juego de suma cero donde los pequeños inversores salimos perdiendo con demasiada frecuencia.
Asimetría de Riesgo-Retorno
Otra asimetría fundamental a la hora de invertir es la dualidad inseparable de riesgo-retorno.
Es importante entender que una inversión ofrece alta rentabilidad a cambio de mayor riesgo mientras que el riego será menor en inversiones que proporcionen menores rendimientos.
No podremos por tanto esperar altos rendimientos de una inversión que tenga por definición poco riesgo.
Quien diga lo contrario nos está engañando.
Esta diferencia de riesgo-retorno es la base para diseñar nuestra inversión en base a nuestro perfil de riesgo.
Podemos suavizar el riesgo de nuestra inversión, por ejemplo añadiendo en nuestra asignación de activos bonos o letras a nuestra inversión en renta variable.
O hacerla más agresiva haciendo lo contrario.
Asimetría del Tiempo
La discrepancia temporal es también una constante a la hora de invertir (y especular).
Por un lado tenemos a los traders intradía que especulan a corto plazo. Por otro a quienes contemplamos un horizonte mucho mayor, de años e incluso décadas, donde se dirime de verdad la libertad financiera.
También podemos encontrar esta asimetría dentro de nuestras propias finanzas personales.
Es posible destinar una parte de nuestro ahorro o inversión más arriesgada al largo plazo mientras que dedicamos otra parte a nuestro fondo de emergencia o gastos a corto/medio plazo en activos más conservadores.
Asimetría del Acceso
Esta asimetría es más sutil.
Se trata de la barrera de entrada que tienen algunas inversiones, bien porque requieren mucho dinero para empezar a invertir o por la infraestructura y burocracia que conllevan.
Hace unos años los fondos indexados eran mucho menos accesibles que en la actualidad. Se requería más cantidad de dinero para empezar a invertir en ellos y tampoco existían las plataformas de inversión que encontramos actualmente gracias a internet.
Aunque la accesibilidad entraña muchas ventajas, a veces, cuando la barrera de entrada es muy baja los resultados pueden ser pésimos.
Esto sucede cuando decidimos contratar un depósito con nuestro banco de toda la vida en lugar de invertirlo en productos con mayor potencial de rentabilidad.
La educación financiera es una buena forma de amortiguar esta asimetría ya que nos preparará para invertir por nosotros mismos y no en lo primero que nos propongan desde una sucursal bancaria.
Asimetría Emocional
Las emociones ya sabemos que pueden llevarnos a tomar medidas subóptimas en nuestras finanzas.
La gran discrepancia que podemos encontrar son dos sentimientos radicalmente opuestos que pueden dar al traste con nuestra inversión.
Me refiero al miedo y la avaricia.
Ya hemos visto en numerosas ocasiones que la mejor estrategia para evitarlos es la estrategia del DCA (dollar cost averaging).
Asimetría de Liquidez
No todas las inversiones son iguales.
Algunos activos son más líquidos que otros y esa diferencia es importante a la hora de disponer de nuestro dinero rápidamente.
Un ejemplo es la liquidez que requiere nuestro fondo de emergencia al que deberíamos poder acceder de inmediato.
Por esa razón no debería encontrarse nunca invertido en ningún activo que denomino “sólido” (donde son necesarios varios días para recuperarlo). Ni tampoco de riesgo ya que podemos necesitarlo cuando ese activo a perdido buena parte de su valor debido a la volatilidad del mercado.
El caso de los activos sólidos lo podemos encontrar en una inversión inmobiliaria o planes de pensiones donde podemos tardar meses o incluso años en conseguir nuestro dinero en cash.
Asimetría de la Diversificación
Como diría Warren Buffett «la diversificación es una protección contra nuestra ignorancia», y es que nunca sabemos lo que nos deparará el futuro.
Cuando diversificamos lo normal es que sacrifiquemos mayor rendimiento en pos de mayor seguridad.
Y es que esta asimetría está muy relacionada con la asimetría que hemos visto antes del Riesgo-Retorno.
Por eso es normal encontrar esta asimetría de inversión cuando diversificamos en acciones y bonos. Los bonos tendrán menos rentabilidad que las acciones y viceversa.
Conclusión
Como hemos visto la inversión está llena de asimetrías que parecen invisibles pero juegan un rol fundamental a la hora de obtener buenos resultados.
Entre todas ellas quizá la más destacable sea la asimetría la de riesgo-retorno.
Las inversiones estables y conservadoras nos ofrecen un margen de seguridad que permite arriesgarnos más con el resto de nuestra inversión.
Esta asimetría, como sostiene el inversor y pensador Nassim Taleb, juega a nuestro favor ya que implica que nos podemos adaptar mejor a las condiciones de incertidumbre y elevada volatilidad que caracterizan el futuro. Y eso no es poco ¿verdad?
Un abrazo,
Inversor Novel
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