Antifrágil: reflexiones sobre el libro de Nassim Taleb


Hace unos días tuve la oportunidad de leer el libro de Nassim Taleb, Antifrágil: Las cosas que se benefician del desorden (Ed. Paidós), uno de los libros más leídos y vendidos en Amazon.



Su título da nombre a un concepto escurridizo pero que en realidad nos acompaña siempre.

Y es que, como apunta Taleb, la antifragilidad y su opuesto más conocido, la fragilidad, están presentes en muchos aspectos relacionados con la manera en que afrontamos la economía, la política, la medicina, la naturaleza o en aspectos más personales.

A continuación voy a compartir algunas ideas entorno a la idea de la antifragilidad que he extraído del libro y que como verás no se ciñen solamente al terreno de la inversión.



Qué significa antifragilidad

Nassim Taleb aporta su conocimiento como experto mundial en gestión de riesgos para definir la antifragilidad, término que se refiere a todo aquello que se beneficia de la incertidumbre y la volatilidad.

La antifragilidad no representa lo mismo que otras cualidades como la resiliencia o la fuerza, que se caracterizan por resistir también la presencia de estresores o condiciones adversas.

Por el contrario, la antifragilidad es una cualidad que no solamente resiste estas condiciones sino que se adapta a ellas.


Los dos gemelos y la antifragilidad

El concepto de antifragilidad se ilustra en el libro a través de la historia de dos gemelos que llevan vidas completamente diferentes.

Uno tiene una vida bastante asentada con un empleo y un salario estable.

Mes tras mes cobra lo mismo y como esto es así siempre, vive confiado en que todo va sobre ruedas y nada parece que vaya a perturbar esa paz.

Sin embargo, ante una crisis inesperada y difícil de predecir (suceso conocido como Cisne Negro) se puede encontrar en una situación muy comprometida. En el caso de perder el empleo podrá conseguir un subsidio o una pequeña pensión.

La vida de este gemelo en este aspecto se puede considerar frágil.

Por otro lado, su hermano gemelo es taxista, una profesión que conlleva un mayor grado de incertidumbre, donde unos meses gana más y otros menos.

Esto hace que deba buscarse la vida para encontrar maneras de poder salir adelante. Por otro lado, este trabajo tiene también algunas ventajas. Para empezar, su salario no depende de un jefe y su actividad le obliga a actualizarse constantemente, en definitiva a no dormirse en los laureles como diría alguno.

Esta situación según Taleb reflejaría mucha más antifragilidad que la de su hermano. Y es que este gemelo tendría más recursos para sobrellevar una crisis inesperada.




Las mutaciones: fuente de variabilidad y antifragilidad

La antifragilidad la podemos encontrar también en el fenómeno biológico de la mutacióni.

Las mutaciones añaden variabilidad a nuestros genes y nuestro genoma.

Algunas de ellas pueden beneficiar a un organismo o poblaciones de organismos ante determinados cambios ambientales.

Ante cualquier evento adverso e inesperado en la naturaleza una población que haya acumulado más mutaciones beneficiosas siempre tendrá más posibilidad de prosperar.

Por esta misma razón, la diversificación es tan importante tanto en la naturaleza como en otros ámbitos.

En el ámbito de nuestras finanzas personales sería aconsejable diversificar las fuentes de ingresos por ejemplo a través de inversiones, trabajos extra, etc.

Esto va a disminuir el riesgo de perder poder adquisitivo debido a la inflación. También nos va a proteger frente a crisis económicas que vayan acompañadas de disminución de salarios o incluso despidos.

Depender de una única fuente de ingresos nos puede poner en una situación muy comprometida si por alguna razón algo sale mal.

Si por el contrario contamos con un trabajo estable y tenemos otra fuente de ingresos como un negocio entonces esta situación será mucho más antifrágil.

Ante determinados estímulos negativos como una crisis sobrevenida o un evento catastrófico, nuestra nueva actividad puede que sea incluso más necesaria y por tanto se vea favorecida.

A muchos de nosotros, desde pequeños nos han inculcado la idea de ganarse la vida con una sola profesión. Sin embargo, en un mundo cada vez más global, complejo e incierto, adquirir diferentes destrezas es cada vez más importante.

Esto nos obliga a formarnos continuamente, a veces en áreas muy alejadas de nuestro nicho profesional original.

La tecnología, las comunicaciones y por ende la educación cada vez es más accesible a todo el mundo. Esto significa que para algunos empleos tener un título universitario no sea suficiente. Debemos buscar alguna cualidad que nos diferencie del resto.

Esta cualidad o cualidades son como mutaciones que nos van a diferenciar y ante determinadas situaciones pueden beneficiarnos.


Un ejemplo de antifragilidad

Imaginemos el caso de Juan, un camarero cuyo negocio tuvo que cerrar estos últimos meses perdiendo su empleo. Juan en sus ratos (o no) libres se puso a aprender por su cuenta un lenguaje de programación y también inglés. Es cierto que cada vez más gente habla este idioma pero por esa misma razón es muy necesario.

Pensando en la analogía con nuestro genoma, Juan estaba acumulando dos “mutaciones” muy beneficiosas.

Por un lado, si era necesario encontrar un empleo como camarero podría además añadir que sabe comunicarse en inglés. Desde luego unas cualidades muy atractivas para un empresario que busca atraer turistas a su negocio.

Por otro lado, en el caso de que sea imposible encontrar empleo como camarero, Juan podría buscar un trabajo como programador.

Por ejemplo, podría incluso ayudar a construir una página web para una cafetería o un restaurante. Las posibilidades que tiene ahora Juan son mucho mayores que al principio gracias a sus nuevas “mutaciones”.


Mediocristán y Extremistán

Según Taleb, existen dos realidades completamente contrarias que se pueden representar como dos países a los que denomina Mediocristán y Extremistán.

El primero sería parecido a un zoco que se caracteriza por su aleatoriedad y aparente caos mientras que el segundo sería un sistema centralizado y mucho más regulado.

En el primer caso podríamos encontrar a un trabajador como el taxista mientras que el segundo se parece más a su hermano gemelo, el asalariado.

El primero sería más inmune a crisis o Cisnes negros, más antifrágil en definitiva.

El segundo refleja una engañosa estabilidad que puede alterarse con facilidad y de manera muy abrupta por un Cisne Negro, sería más frágil.

Los dos modelos no son independientes. Con frecuencia se puede pasar de Mediocristán a Extremistán cuando se intenta someter al primero a unas reglas rígidas de manera forzosa para “alisar” los resultados de un determinado proceso.

Esta idea se puede aplicar a la economía, a la salud, a la política o incluso al humor de las personas según Taleb.


La antifragilidad y la inversión

La antifragilidad implica tener más que ganar que perder, lo que equivale a más aspectos positivos que negativos, lo que equivale a una asimetría favorable”

– Nassim Taleb



Según Taleb nos podemos beneficiar de la volatilidad aplicando una asimetría en la inversión que sea favorable.

Por ejemplo, una asignación de activos muy conservadora como depósitos o fondos monetarios y otra parte en fondos muy agresivos de renta variable.

Esta asimetría va a permitir beneficiarnos por un lado de la estabilidad de un dinero que no se somete a volatilidad mientras que las ganancias potenciales con fondos de renta variable pueden ser mucho mayores que la pérdida en el conjunto de la inversión.

Esta diversificación va a permitir que nuestra cartera sea más antifrágil ante diferentes situaciones inesperadas.

De esta manera podemos ir generando riqueza a lo largo de los años a pesar de los vaivenes de los activos donde invertimos.

Como sostiene el propio Taleb “una de las leyes de la vida es que no hay estabilidad sin volatilidad”.

Lo mismo sucede a la hora de invertir.


Conclusión

Además de lo que hemos visto hasta ahora, el libro Antifrágil aborda muchas más cuestiones entorno a la antifragilidad. Algunas de ellas son las no linealidades, la opcionalidad, la vía negativa, la idea de la haltera, la convexidad y la concavidad, el papel del tiempo, la educación, las neomanías, etc.

Estas ideas van acompañadas de reflexiones filosóficas y numerosos apuntes autobiográficos del autor.

A lo largo del libro nos vamos a encontrar también con un personaje ficticio llamado Tony el Gordo, que plasma perfectamente la idea de antifragilidad en su manera de ver y afrontar la vida.

Taleb es además muy crítico con la educación universitaria actual y con el mundo académico en general. También muestra su desacuerdo hacia los gurús de las tecnologías y nos da sus razones sobre la antifragilidad que hay detrás de las neomanías.

En definitiva Antifrágil se trata de un libro que nos ayuda a comprender mejor la complejidad del mundo que nos rodea y a reflexionar sobre todo aquello que no podemos controlar.

Hasta pronto.

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Referencias

– Nassim Nicholas Taleb, Antifrágil: Las cosas que se benefician del desorden, 2016.

– Wikipedia: Nassim Taleb

iLaurence Loewe, «Genetic mutation», Nature education 1, n.o 1 (2008): 113.


Imagen destacada: Clément Falize  

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