Esta historia de independencia financiera comienza en un vertedero de basura.
Sí, en un vertedero de basura, detrás de un hospital en China.
Allí nuestra protagonista busca vendajes para fabricar sus propias muñecas.
Comer, un techo y algo de calefacción es suficiente.
No hay dinero para juguetes y otros lujos en la China de los años 80 y 90.
Así comienza el relato de Kristyn Shen en su libro ‘Quit like a millionaire‘ donde años más tarde junto a su marido Bryce Leung traza su camino hacia la libertad financiera.
Creo que hay pocas historias de libertad financiera que comiencen tan abajo, con una pobreza material tan extrema.
Sin embargo, merece la pena detenernos en esta historia y comprender cómo a pesar de la adversidad inicial es posible cambiar el curso de nuestra riqueza, de nuestra historia.
Vamos allá.
Índice de contenidos
Los inicios
Kristyn nos cuenta cómo de niña una simple lata de Coca Cola era un tesoro.
Esta pobreza inicial fue el germen de una mentalidad que le permitió apreciar mejor las oportunidades y la suerte cuando se presentan.
En medio de la escasez y la represión, una ventana de esperanza se abrió en su vida cuando su padre consigue emigrar a Canadá.
Un recuerdo especial de esos tiempos fue algo tan sencillo como una tarjeta musical de cumpleaños que le regaló su padre desde el otro lado del mundo; un objeto caro y asombroso en el círculo donde vivía.
Cuando al fin junto a su madre puede emigrar también, el contraste entre su vida anterior y la vida occidental es brutal pero una infancia dura con una educación dura son la base para construir una personalidad resiliente.
Kristyn descubre las casas de muñecas, la Coca-Cola (muchas latas como dice en su libro) y los libros de la biblioteca pero también el peligro, el bullying y el consumismo.
Aunque las posibilidades de mejorar su vida son mayores, la frugalidad y el sacrificio económico siguen siendo una constante en su vida.
Pero esto no iba a ser siempre así.
Con el tiempo los hábitos se fueron relajando y Kristyn experimentó el efecto rebote económico que experimentan muchos inmigrantes cuando descubren la abundancia occidental y constatan que el dinero que ganan no es confiscado por ningún gobierno.
Sin darse cuenta algunos se sumergen en una espiral de consumismo del que a veces cuesta mucho salir.
En el caso de Kristyn este efecto salió a flote comprando bolsos, muchos bolsos.
El cambio
En la ruta hacia la libertad financiera todos tenemos un momento revolucionario, como si algo se activara dentro de nosotros de repente.
En el caso de Kristyn fue el ambiente laboral ultracompetitivo que conllevaba consecuencias nefastas.
Un estrés excesivo que se contrarrestaba a corto plazo con medicación.
Todo eso estaba muy lejos de su verdadera ilusión: convertirse en escritora.
Sabía que si deseaba llegar a eso debería hacer algunos sacrificios y asegurarse primero un futuro financiero sólido.
Las claves de su independencia financiera se basan en cuatro pilares que vamos a ver a continuación.
Las cuatro claves para la independencia financiera de Kristyn
1. Educación
Conseguir una buena educación fue clave porque eso le abrió la puerta a un empleo muy bien remunerado como ingeniera informática en Canadá.
En este punto habría que hacer dos observaciones. En primer lugar no eligió esa carrera por gusto sino por la necesidad de ganar más dinero y ayudar a su familia en China.
Para ello desarrolló un método con el que hacía un ranking de las carreras con mayor proyección profesional y mejor pagadas.
En segundo lugar gracias a unas prácticas remuneradas pudo graduarse sin deudas lo que despejó el camino para ahorrar sin ataduras.
2. Mentalidad de escasez
Esta mentalidad fue esencial al principio ya que le permitió ahorrar y optimizar sus recursos todo lo posible, huir del consumismo radical y saber disfrutar de lo que tenía.
3. No comprar vivienda
La mayoría de la gente a su alrededor en cuanto conseguían un empleo se compraban una vivienda; era lo que se esperaba cuando uno se emancipaba.
Pero Kristyn hizo sus cálculos y comprendió que alquilar resultaba más rentable en su situación que comprar.
Para ello acuñó la regla del 150 que consiste en multiplicar el pago mensual de la hipoteca por 150%.
Si ese valor es más alto que la mensualidad del alquiler entonces es mejor alquilar y si si es menor entonces compensa comprar.
4. Fondos indexados
Descubrir la inversión en fondos indexados fue clave en su trayectoria hacia la libertad financiera.
Como muchos de nosotros empezó dando tumbos por la información económica contradictoria y llena de ruido que nos venden a diario.
Después de leer mucho descubrió los fondos indexados con sus costes mínimos y una rentabilidad superior al 90% de los fondos de gestión activa gestionados por profesionales.
Una ruta encarrilada pero llena de baches
Es cierto que el trabajo de Kristyn estaba muy bien remunerado pero sin una serie de sacrificios hubiera sido imposible alcanzar la libertad financiera a los 31 años.
Una tasa de ahorro superior al 60% junto a una inversión consistente hicieron que su meta cada vez estuviera más cerca.
No fueron años fáciles.
Presionar por primera vez el botón del bróker para invertir fue todo un desafío.
Encima, poco después de empezar a invertir tuvo que hacer frente a la crisis financiera de 2008.
Ver como se desplomaba la bolsa con una profundidad y duración como la de esos años fue una prueba dura que superó invirtiendo de forma consistente.
En su libro detalla cómo acumular más participaciones durante esos años fue clave para conseguir la independencia financiera más rápido.
La mentalidad de libertad
Esta mentalidad es muy diferente a la libertad de escasez ya que no se basa en el miedo a no tener.
También es diferente a la mentalidad de acumular cosas que invade nuestra sociedad.
El dinero va a jugar un papel totalmente diferente ya que va a servir para comprar libertad.
Y es que al invertirlo nos permitirá que genere más dinero que se puede usar para comprar cada vez más tiempo.
¿Y si ese dinero llega a cubrir todos nuestros gastos?
Entonces ya no sería necesario continuar trabajando, bueno, si queremos podemos seguir haciéndolo claro, pero desde un punto de vista financiero ya no tenemos que hacerlo si no queremos.
Y ¿cómo podemos conseguirlo?
Bueno, Kristyn leyó mucho sobre el tema de la jubilación y dio con un número muy especial que le voló la cabeza.
El número mágico
Un descubrimiento muy importante fue la regla del 4%.
Con esta regla podía calcular cuánto dinero era necesario para poder dejar su trabajo si así lo deseaba. Para ello debía multiplicar sus gastos anuales por 25.
En su caso, como tenía unos gastos de unos 40.000 $ necesitaría un millón.
Con ese dinero compraba tiempo y con ello libertad.
Tener un objetivo hacia el que dirigirse era importante porque ahora todos los esfuerzos de ahorro tenían sentido.
Iba a a pasar de gastar y ahorrar sin sentido a una mentalidad de libertad.
Conclusión
Las cuatro características que mejor definen a nuestra protagonista son adaptabilidad, creatividad, resiliencia y perseverancia.
Cuatro ingredientes fundamentales para seguir el rumbo de la libertad financiera y que conviene cultivar si no los tenemos.
Además, la mentalidad de escasez inicial de Kristyn no fue más que el trampolín que la impulsó a la libertad financiera mucho antes de lo que pensaba.
Sin esa mentalidad seguramente no hubiera ahorrado tanto.
Ahora bien, esa mentalidad debía transformarse en otra cosa antes de ser libre.
Tener una nueva mentalidad de libertad le permitió ver el dinero como una herramienta, como tiempo más que un medio para acumular y consumir sin sentido.
De esa manera esta simpática pareja consiguió retirarse antes de los 31 años, viajar por el mundo y sí, conseguir escribir uno de los libros más influyentes sobre la libertad financiera.
Un abrazo,
Inversor Novel
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