Cuando empezamos a invertir es frecuente tener una cifra en la cabeza.
Un objetivo a batir.
Este objetivo puede ser obtener una rentabilidad X o llegar a una cantidad Y. Por ejemplo, conseguir nuestro Número de Libertad Financiera.
Con el paso del tiempo descubres que esos objetivos no son fijos sino que se mueven con el tiempo y poco control tenemos sobre ellos.
Entonces nos planteamos si los sistemas que empleamos son realmente los adecuados para llegar a nuestra meta.
Poco a poco vamos descubriendo el valor del proceso sobre el resultado.
Poniendo el foco en afinar los sistemas podemos dejar de preocuparnos tanto por el resultado final. Al final llegará.
Sobre la importancia de los sistemas sobre los objetivos quiero hablaros en este artículo.
Vamos allá.
Índice de contenidos
Qué son los sistemas. Qué son los objetivos
De forma muy general podemos definir los objetivos como las metas concretas que son el resultado de aplicar ciertos sistemas.
Y al revés los sistemas son los procesos o conjunto de elementos que aplicados y ordenados correctamente nos acercan a ese objetivo.
Podemos notar que en muchas facetas de la vida, desde los deportes a las finanzas, los objetivos prevalecen sobre los sistemas. Esto tiene sus consecuencias a la hora de administrar nuestra energía y nuestro presumible éxito.
Cuando alcanzamos un objetivo por pequeño que sea muchas veces perdemos la motivación, la dirección y el propósito.
Ya no tenemos esa necesidad inicial de continuar y mejorar nuestro sistema puesto que ya hemos conseguido lo que queríamos.
Esto limita nuestro potencial.
Si nos centramos en mejorar los sistemas y en disfrutar de ellos nos sentimos más felices cuando los aplicamos día a día. No nos limitamos a una satisfacción pasajera que solamente se manifiesta cuando alcanzamos una meta.
“No te elevas al nivel de tus metas. Caes al nivel de tus sistemas.”
– James Clear (Hábitos Atómicos)
Importancia de los sistemas a la hora de invertir
A la hora de invertir la dualidad sistema-objetivos se presenta de una forma muy clara.
Un ejemplo lo tenemos en Warren Buffett quien compra acciones de empresas que están por debajo de su valor intrínseco y las mantiene para siempre.
Este sistema Buy-and-Hold le ha llevado a tener éxito como inversor durante décadas. Seguramente si su objetivo hubiera sido conseguir 1 M de euros las cosas hubieran sido distintas.
Por otro lado nos encontramos con inversores (o especuladores) que persiguen las acciones/activos de moda que prometen un 20% o un 30% de rentabilidad en poco tiempo.
Si nos aferramos “con pasión” a una determinada inversión con la esperanza de un resultado platónico tenemos más posibilidades de terminar perdiendo dinero. No es de extrañar que la mayoría de inversores particulares no superen al mercado.
Lo mismo ocurre con las inversiones que siguen el siguiente guión:
si [la bolsa sube/baja] entonces [compro/vendo]
Cronometrar el mercado no es un sistema, es perseguir resultados. Es una jugada que tiene muchas posibilidades de terminar mal.
Los objetivos son cosa de perdedores y los sistemas de ganadores.
Sistemas simples y complejos
Podemos encontrar sistemas tanto simples como complejos.
La ventaja de los primeros es que suelen ser muy efectivos.
Maximizan la energía y el tiempo.
Un ejemplo lo encontramos en la naturaleza donde hay sistemas simples como los virus o las bacterias. Son capaces de adaptarse a situaciones ambientales extremas (temperatura, presión, radiación, etc). Sin embargo, sistemas biológicos más complejos como los mamíferos encuentran serias dificultades a la hora de adaptarse con éxito a esas mismas condiciones adversas.
Los sistemas simples conllevan la posibilidad de obtener mejores resultados.
En los seres vivos ese resultado se refleja en la adaptación a determinadas condiciones hostiles, en la inversión son las rentabilidades a pesar de la volatilidad.
Los fondos indexados y su sistema
Por esa razón me gusta invertir en fondos indexados a largo plazo.
Es el sistema más simple y efectivo de invertir que conozco.
Como destaca John C. Bogle los fondos indexados son capaces de “eliminar el riesgo de las acciones individuales, los sectores de mercado, y la selección del gestor. Solo permanece el riesgo de mercado.”
Por eso es una inversión con más papeletas para ganar.
Si nuestro sistema consigue separar las emociones de los resultados entonces incluso la volatilidad hará menos mella en nuestro ánimo.
¿Cómo conseguir esto?
Esto lo conseguimos aplicando una estrategia como el Dollar Cost Averaging (DCA). Con este sistema ya no es necesario perseguir precios o huir del mercado cuando está de rebajas. Estamos y punto.
Antes de invertir un buen sistema de ahorro
Los sistemas no se limitan a nuestras inversiones. También son aplicables a nuestras finanzas del día a día.
Por ejemplo, establecer un sistema de preahorro es muy simple y a la vez efectivo para conseguir nuestras metas financieras. Cada mes apartamos una parte de nuestro salario para ahorrar/invertir antes de gastarlo.
El resto lo destinamos para nuestros gastos diarios o caprichos.
Nuestro futuro-yo lo agradecerá.
Así le garantizamos una parte del pastel que hemos ganado hoy.
Conclusión
Los sistemas ganan a los objetivos en muchas áreas de la vida.
Conseguir buenos sistemas de ahorro e inversión nos permiten garantizar buenos resultados a largo plazo. No nos limitamos a un objetivo concreto sino que aplicamos estrategias como el DCA y herramientas como los fondos indexados que conforman un sistema eficaz, simple y flexible.
Tener objetivos es inevitable y necesario, pero es más importante poner en marcha sistemas que nos aseguren conseguirlos mientras disfrutamos del proceso.
Un abrazo
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