Los 5 niveles financieros personales



En esta entrada de hoy vamos a ver los cinco niveles financieros que en general podemos identificar en nuestras finanzas personales.

Aunque existen múltiples estudios donde identifican otros niveles, algunos más detallados y otros más generales, existe un amplio consenso en cuanto a la utilización de estos cinco niveles financieros a la hora de valorar nuestra situación económica.




¿Por qué es importante conocer los niveles financieros?

«Si naces pobre no es tu culpa, pero si mueres pobre, eso sí es tu culpa»

Bill Gates



En muchas ocasiones nos podemos preguntar, con razón, cómo van nuestras finanzas personales.

La identificación de estos niveles financieros nos va a permitir situarnos mejor dentro de nuestra situación económica. De esta manera, podemos establecer objetivos o metas de ahorro e inversión que nos permitan pasar de un nivel a otro. Por eso es importante conocer estas metas ya que puede ser una buena manera de ir mejorando en nuestras finanzas personales.

Además, establecer objetivos financieros puede motivarnos a no quedarnos estancados en un trabajo mal pagado o que en realidad no nos guste. También puede ser un aliciente para crear una empresa o side-hustle y así progresar económicamente.

Por último, destacar que muchas veces, por falta de educación financiera, nos podemos quedar estancados en un determinado nivel sin ni siquiera saberlo.


Los cinco niveles financieros personales

Supervivencia

De todos los niveles financieros, este es el más bajo de la pirámide. En este nivel financiero se pueden encontrar dos grupos diferentes pero cuyo resultado es el mismo.

Por un lado, están las personas que sobreviven con una carencia significativa de ingresos lo que hace muy difícil o imposible ahorrar. Algunos, incluso trabajando y con un salario, no pueden hacer frente a determinados gastos diarios que se consideran básicos para vivir como luz, gas, agua, etc.

Por otro lado, estarían aquellos que teniendo suficientes ingresos, carecen de educación financiera y terminan contrayendo demasiadas deudas. Algunos pueden incluso ingresar un salario por encima de la media de la población pero les lleva a “necesitar” un nivel de vida demasiado elevado. Con frecuencia esto les lleva a endeudarse para adquirir por ejemplo una vivienda de lujo o un coche de marca que en realidad está por encima de sus posibilidades.

El origen de las deudas que contraen también pueden ser las que se contraen al pagar con tarjetas de crédito en diferentes compras.

En cualquiera de estos casos se pagan unos intereses que a veces pueden ser muy altos. Estos intereses se deben devolver en un determinado plazo junto al capital que hemos pedido prestado.

En ambas situaciones no existe un fondo de emergencia que permita hacer frente a necesidades urgentes. En el primer caso no se puede, mientras que en el segundo existe un exceso de confianza que lleva a desdeñar la necesidad de tenerlo. Como hemos visto en otros artículos del blog, tener este fondo nos da cierta tranquilidad y evita pedir préstamos con intereses a veces muy elevados.


Estabilidad financiera

La mayoría de la gente se encuentra en este nivel financiero aunque muchas veces no lo sabe. Se caracteriza por tres factores.

1. Hay unos ingresos más o menos regulares. Esto es muy importante ya que nos permite destinar parte del salario a ahorrar.

2. Prácticamente no hay deudas. En el caso de que existan, estarán casi controladas ya que la tasa de ahorro es superior al porcentaje de esas deudas.

3. Existe un fondo de emergencia. Esto como hemos visto es muy importante ya que supone un colchón financiero que nos permite hacer frente a imprevistos.


Seguridad financiera

Este nivel financiero se suele dar gracias a trabajar o desarrollar durante un tiempo el anterior. En esta fase nos deshacemos finalmente de deudas como una hipoteca o la compra de un coche. Por tanto, los ahorros ahora pueden ser más significativos y también se puede empezar a realizar inversiones de diferente tipo.

Además, en esta fase se puede comenzar a desarrollar nuevas formas de ingresos que aceleren la llegada a la libertad financiera. Esto se puede hacer de maneras muy diferentes como por ejemplo a través de trabajos complementarios o “side-hustles” que generen ingresos pasivos.

Por otro lado, el colchón financiero que comenzamos en el nivel anterior ya ha crecido e incluso puede ser suficiente para que nos permita dejar de trabajar durante algunos años.

Seguridad financiera

Aunque llegar a esta fase puede resultar ideal para la mayoría de la gente, no tenemos todavía una independencia financiera propiamente dicha ya que nuestro ahorro para la jubilación sigue dependiendo de nuestro trabajo.

El problema principal que puede conllevar este nivel financiero es que uno se puede acomodar con facilidad. Esto nos lleva a que sea más difícil dar el paso para continuar avanzando hacia el siguiente nivel.

Para evitar acomodarnos en este nivel y seguir adelante, lo mejor sería establecer metas u objetivos a largo plazo. Es importante tratar de imaginarnos dentro de diez, veinte años o cuando queramos jubilarnos.


Libertad financiera

Es la meta financiera para mucha gente ya que no es necesario trabajar para obtener recursos ajenos y poder vivir. Los recursos que necesitamos vendrán a través de las inversiones y los ingresos pasivos que fuimos desarrollando en las etapas anteriores.

Esto se traduce en que podemos ocupar nuestro tiempo en cualquier actividad que nos guste o apasione ya que el dinero ya no es un problema como antes.

Las maneras de llegar a este punto son muy diversas o al menos tantas como personas ya que depende de lo que cada uno gaste al año, las necesidades que tenga, las inversiones, el ahorro, etc. 

A pesar de que es una situación muy deseable, no significa que uno pueda gastar lo que quiera en lo que quiera. Aunque no se necesita un salario, es necesario seguir un presupuesto que dependerá del estilo de vida.

Según Rob Berger, autor del blog DoughRoller.net, los siete niveles para alcanzar esta fase serían:

  1. -> un mes de gastos ahorrado
  2. -> tres meses de gastos ahorrado
  3. -> seis meses de gastos ahorrado
  4. -> un año de gastos ahorrado
  5. -> cinco años de gastos ahorrado
  6. -> 10 años de gastos ahorrado
  7. -> 25 años de gastos ahorrado



En una entrada anterior ya vimos algunas maneras de llegar a esta fase y en otro cómo calcular la libertad financiera.

Aunque vimos que no era sencillo sí que es posible y de hecho cada vez un número mayor de personas se lo proponen.


Abundancia financiera

Después de pasar por las fases de supervivencia, estabilidad, seguridad y libertad financiera, por fin llegamos a la cúspide, la abundancia financiera. Este nivel financiero se diferencia del anterior en que no hay límite en los gastos que se pueden realizar a lo largo del año.

Esto se debe a que las ganancias que se obtienen a través de las inversiones y los ingresos pasivos están muy por encima de cualquier gasto que podamos tener. Así, todos los ingresos superan al menos un 500% lo que se necesita para vivir cómodamente.

Abundancia financiera

De todos los niveles financieros, este es el nivel en el que nos podemos permitir realizar inversiones mucho más arriesgadas, por ejemplo en empresas de nueva creación o Start-ups.

En realidad es una variante de la fase de libertad financiera anterior pero mucho más avanzada y madura.

Todo esto nos va a permitir dedicarnos sin ninguna preocupación económica a cualquier cosa que queramos o misión que nos propongamos.

El dinero no es un problema y por ello no es necesario estar pendiente de cualquier gasto que se haga.

Uno que llega a esta fase tiene los pies bien pegados al suelo y sabe lo que cuesta llegar hasta ahí. Así, a través de las fases anteriores ha desarrollado una mentalidad muy diferente a la que tiene un millonario derrochador. Por tanto, deberíamos quitarnos la imagen que tenemos del típico millonario bronceado sobre la cubierta de un yate bebiendo cócteles…


Conclusión

Es cierto que dividir las finanzas personales en niveles definidos seguramente no refleje a la perfección la realidad personal de cada uno. Esto se debe a que resulta muy difícil o imposible establecer los límites entre un nivel y otro.

Los cinco niveles financieros personales

Sin embargo, esta clasificación puede ayudarnos mucho mejor a situarnos dentro del terreno de las finanzas personales.

Lo que es todavía más importante, puede ayudarnos a establecer metas y objetivos que sin duda nos motivarán para ahorrar e invertir. Y, por qué no, llegar algún día a la libertad financiera.

Eso sí, no nos podemos engañar, pasar de un nivel a otro puede llevar años, muchos años. Pagar una hipoteca, encontrar un empleo mejor, que inversiones empiecen a dar frutos, que las empresas den beneficios. Nada de todo esto sucede de la noche a la mañana. Por ello, nos debemos armar de paciencia e intentar prepararnos lo mejor posible.

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Un abrazo,

Inversor Novel

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